viernes, 17 de diciembre de 2010

Querido Papá Noel...

Se vienen las fiestas y con ellas el gasto increíble de plata. Tu tarjeta queda gastada, tus piernas se cansan de recorrer shoppings, tus manos se pudren de enrollar arrollados (valga la redundancia) y te hartaste de barrer esos papelitos verdes, que no son dólares, que caen del arbolito de navidad.
Por mi parte, debo reconocer, que amo las fiestas sobre todo navidad. Amo cómo de la nada y no se sabe cómo empieza a nevar en el centro del Shopping, cómo todo parece salido de la película Mi pobre angelito y cómo papá Noel se multiplica y lo ves hasta en la gelatina, en versión ‘participante de cuestión de peso’ o ‘anorexia.com’. Muchos papasnueles pero ninguno es como el de Coca Cola. Nos están cagando che! Confiamos años en que un gordo albino puede recorrer el mundo entero repartiendo regalos a todos los nenes; desde Noviembre que hacías buena letra así no te tocaba carbón bajo el arbolito; le escribías una carta eterna, la cual tus viejos leían y pedían un pequeño recorte y que de los 128 juguetes pedidos selecciones solo dos y los mas económicos porque papanuel tenía mucho gasto y no iba a comprar cosas tan caras… Paráme la motoneta, no era que Noel tenía como esclavos a muchos duendes que durante todo el año laburaban como negros para hacer los regalitos? No era que el recorría el mundo con una bolsa gigante roja llena de lo que vos querías?
 Llegadas las 11.45pm ibas corriendo al patio/balcón/jardín para cantar todas las canciones navideñas y mirar al cielo a ver si veías unos renos volando. Tus abuelos te señalaban una estrella brillante y te decían que ese era Papá Noel yendo a lo del vecino, tu euforia aumentaba y ellos te trataban de retener con el clásico chamuyo “Si vas para el arbolito y Papá Noel te ve, se va a asustar y no te va a dejar el regalo” Te quedabas con los chasqui boom porque con tal de recibir ese auto a control a remoto o la casa de Barbie con ascensor hacías cualquier cosa. Tus viejos se apuraban y acomodaban todos los regalos y te llamaban sorprendidos diciendo que mientras ellos lavaban los platos…había llegado Papá Noel!!! Creo que Juanita Viale actúa mucho mejor.

Una sola vez llego Papá Noel a mi casa. Yo tenía 6 años y mi Tío Fer 36. Que pito toca mi tío Fer en esta entrada? Es que el fue el santo que se calzó el traje rojo con más de 35° un 24 de Diciembre. Al cantito de ‘Pa pa nuel, pa pa nuel’ llego Fer, cargadísimo de calor, con los anteojos de leer de mi abuela y regalos para 30 personas. Todos los pendejos caían en la historia de que el gordo nos vino a visitar pero bueh… aunque no lo crean, en esa época no me creía pelotudeses y me avive que era mi tío y me hacía la superada con mis primos y hermanastros. Es el día de hoy que Fer recuerda ese momento con sudor en su frente y yo con un aire de superioridad de puta madre.
Igual hace años que deje de creer en lo de la vuelta al mundo en menos de 24hs un 24 de Diciembre. Como me enteré? Mi hermanastra jamás me quiso, siempre me hizo la vida imposible la muy puta y bueno, llego un punto en que se quedo sin recursos para cagarme la existencia y llegó en víspera de navidad con la noticia de que… Mamá me engaño durante 9 años con que Papá Noel era real. Básicamente me cagó la infancia y esa navidad.


A la hora de los regalos, definitivamente lo importante es estar en familia y pasar un lindo rato. Siempre está el que se re pone y te hace un super regalo, también está el que te regala algo que necesitabas, el que va por lo seguro y el que le pone actitud y te regala una mierda pero vos le decís “Justo lo que yo quería!!!” El último estilo lo vivo desde que tengo uso de razón, es un personaje que se hace presente todos los años en mi casa. Mi vieja tiene una tía bastante ratona que vive regalando jabón liquido, esmaltes del chino, desodorantes y cuando se pone…te regala una crema con brillos. Ya sabemos que para esa fecha no tenemos que pasar por la góndola de perfumería…

La cena, que lindo momento la cena navideña!! Los pendejos gritan y preguntan cada 2 minutos “Cuanto falta para las 12?” y a los 5 minutos te vuelven a preguntar y así hasta que llegan las 12 y ellos ni se avivaron. Los viejos hablan de política, los adultos de sus navidades en los ’70 y los adolescentes… ni idea, jamás compartí mesa navideña con gente de mi edad. Soy la mayor de las primas (si, todas mujeres) la que me sigue tiene 12 años, esta bien que los pendejos vienen rápidos pero no le puedo comentar que la mayoría de mis tweets tienen el hashtag #GenteQueNoCoge y que hasta la cerveza número 20 no paro… Así que estoy entre las charlas sobre Casi Ángeles y la inflación Argentina.

La mesa se llena de comida. La mesa dulce te empalaga con tan sólo mirarla. Recibís algo copado, útil o miserable pero del corazón. Te cagás de embole pero después salís a enfiestarte con un gorrito de Papá Noel y el chamuyo “Tengo un paquete para estas fiestas” –con cara de latin lover-.
Lo único que te puedo asegurar para el año próximo…Es que lo vas a empezar con un ataque al hígado y una resaca del más allá. Por ende te aconsejo que les hagas caso a tus papis y dejes los regalos caros a un lado y le pidas al gordo Noel una caja de uvasal doble acción.
No se alarmen… si te acabas de enterar que Papá Noel no es real, te pido mil disculpas y relajá… Los reyes, el ratón Pérez, la sensación de inseguridad y Dios, son super reales eeh!! 

viernes, 3 de diciembre de 2010

El viajar es un placer . . .

Ayer recién llegada del recital de Dread Mar I y sumamente extasiada, me puse a pensar todo lo que me pasó durante el día; los momentos antes del show. Para que comprendan mi neurosis, en el día de ayer superé mi pánico a las multitudes. Me fue bastante bien, no me puedo quejar. Pensé que al estar entre toda esa multitud iba a sufrir un ataque de claustrofobia y un golpe de calor. Para evitarlo, chocha, compré una botellita de agua antes de entrar al show. El chino con pinta de mafioso me vendió la botellita de agua a 6 mangos!! Para qué? Para que al momento de revisarme la cartera en la entrada tiren literalmente la botellita a un tacho de basura. Todo bien con que revisen pero… acabás de tirar 6 mangos de agua, pelotuda!!
Por suerte, vendían la mismísima muerte hecha cerveza en vaso de litro. Fue la gloria y mi mayor apoyo psicológico del día.

Saben perfectamente que el tema de mi altura por momentos me acompleja un poco. Bueno, el baño de lo que hace un tiempo fue The Roxy no me ayudó en lo mas mínimo. Me senté y claramente mis pies quedaban colgando, la puerta no se cerraba por lo que mientras hacia lo primero, sostenía con mi cabeza la puerta así nadie podía ver mi extraña pose. Muy tranquila hasta que me di cuenta que la puerta del baño me llegaba hasta las rodillas y que seguro, muchos apreciaron mis patitas colgando. Qué lindo es medir 1,53... Por suerte el baño estaba impecable, ya que verlo sucio me hubiese generado una de mis mayores manías… el orden y la limpieza!

Por suerte encontré un escalón donde estar parada y poder ver al señor Mariano Castro, y no nucas durante 2 horas. Siempre está el pelotudo que tiene ganas de pasar y que para cumplir su deseo te aplasta, te pisa, se queja que supuestamente lo empujan y que algo de lo que vos hacés le molesta. Es un recital y hay un tumulto de gente, no pretendas estar cómodo, para eso quédate en tu casa con la música a todo lo que da.
La gente se emocionaba y para evitar esos arranques de euforia, estaba La Mole Moli versión mujer. Creo que yo le llegaba por el ombligo y que su brazo era mi cadera, la cual no es muy chica que digamos. Tenia una cara de salida de Ezeiza (la cárcel, no el aeropuerto) increíble y un tatuaje tumbero en su brazo derecho. La mina imponía su respeto, creo que nadie es tan descerebrado como para hacer enojar a la gorda. Te pone un pulgar encima y te deja hecho gelatina en polvo.

El viajar en Bondi me saca. Me hace mal. Me marea y me pongo nerviosa. Para colmo en el verano los colectivos son una fiesta de olores. La gente parece que tiene ganas de hablar por teléfono a los gritos y se ponen de acuerdo para cagarte el viaje. Siempre está la vieja que por más que haga más calor que en el desierto del Sahara, no abre la ventana ni que venga el espíritu de Sandro y se lo pida con una caída de ojos al estilo Latin Lover.
Soy sumamente colgada y estoy acostumbrada a viajar con alguien, por ende jamás miro por qué calle va el colectivo. Mal Jennifer, siempre hacés lo mismo!! Un día voy a terminar en la loma del orto a la vuelta de la c@n..a (eliminaron la CH) del pato y voy a morir de un ataque de histeria y nerviosismo! Sumado a la desgracia de viajar parado, llega el flaco, más conocido como caco/rocho /negro/eh wachin con su celular último modelo que no sabés de dónde mierda lo sacó, mientras vos andas con tu Nokia del 2003, pantalla blanco y negro y rajada! En su celular suena en volumen 30 Néstor en Bloque, El Polaco, La Champion y todos esos grupos grasungas que vengan a tu mente en este mismo instante. Tranqui chabón, tomá al 151 como si fuera tu casa; si te querés sacar los resortes que tenés como zapatillas hacelo, total…
Torpeza y colectivo no se llevan para nada bien. Siempre me tiene que pasar algo! Los aros que cuelgan del techo para agarrarte están muy altos, los tendrían que hacer para una altura promedio. No todos somos Dolores Barreiro!! Por este mismo motivo, llego tarde a agarrarme, vuelo de un lado para otro y a alguien siempre tengo que pisar! Para llegar tuvimos que pasar por una calle de adoquines… mis rollos vibraban como si tuviese puesto un abtronic y hasta podía sentir como saltaban mis órganos! Soy de las boludas que tocan el timbre 3 cuadras antes de la parada y al estar a media cuadra vuelven a tocar por si el chofer se olvidó: hay altas chances que él sea un colgado como yo. Me acerco a la puerta. Salto. Me tambaleo. Me pongo colorada de la vergüenza y arranco mi destino en tierra firme.

No nos olvidemos que viajar es un placer y más si la recompensa es un muy buen recital y una torre Eiffel de cerveza. Hice un ejercicio de la puta madre al ritmo de la música y seguro baje más kilos que en 5 clases de Pilates. Creo que voy a ir más seguido a recitales. Aunque pensándolo mejor, mis pies necesitan un cambio, mis oídos no escuchan un carajo y mi pelo quedó peor que Simba recién despierto. Mejor que mi psicóloga me felicite por el logro de superar mi doble fobia y que el gordo Noel se ponga y me regale un auto, un viaje, unos esquíes, una Canon y ya que estamos, un nuevo cel…. Ahh!! Papá Noel son los papis? MAMAAAAAAAAAAAÁ….!!!