martes, 8 de febrero de 2011

Nuestro club es una masa.

¿Quién nunca fue al club del barrio? Chicos por todos lados, deportes hasta en el inodoro y propuestas muy interesantes para que los chicos dejen de romper las pelotas en sus casas y las rompan en un club.

Ya saben que nunca fui de tener una re vida social, por eso mi madre insistía en que yo tenía que ir a un club. Jamás lo logró, hasta hace 2 semanas. La necesidad de sacarme este color blanco morgue de encima me llevó a tomar la decisión de ir a tomar sol a la pileta del club.
Para ingresar te dan un papel con tu nombre, tu edad y el precio que pagas por el día o mes de pileta. Claramente, si sos menor de 16 pagas mucho menos. La amada empleada de la administración del club supuso que soy menor de 16 años y me hizo pagar mucho menos. Perfecto, buena onda para mi bolsillo pero malo para mi autoestima. Hoy en día no está bueno cumplir 20 un 10 de Abril y que la gente te diga que parecés de 15. Supongo que en unos años voy a disfrutar de ese tipo de confusión.

El vestuario de un club. ¡Que hermoso lugar! Los profes de la colonia reúnen a los pendejos en el centro del vestuario y les proponen competencia de gritos para ver quién es el que tiene más fuerza y que seguro va a nadar más rápido que el resto.  Gritan con todas sus fuerzas, a eso se le suma zapateo y percusión con los lockers. Hermosa bienvenida. Son como la samba do Brasil made en Belgrano!
El vestuario posee lockers, bancos, cambiadores, baños completos con ducha y muchos espejos. Las minas entran luego de una tarde de pileta con sus cuerpos bronceados para darse una ducha y volver al hogar limpitas y libres de cloro. Algunas creen que porque yo también tengo tetas tengo la necesidad o que no me jodería verles las de ellas. ¿Mirá si hay una torta en el club? ¿Mira si esa torta esta en abstinencia? ¡Calentás la cacerola al pedo! Además, si me decís que tienen las tetas en su lugar y libres de estrías… pero NO. Las hijas de puta me hacen ver tetas con mucha carrera, llenas de estrías y que llegas hasta el ombligo. Sinceramente, no es un paisaje muy agradable.

Para entrar a la pileta te piden que te duches. De la ducha sale agua helada. Parece agua del glacial que llega directa y especialmente a Belgrano para cagarnos la tarde a los que no nos queremos duchar. Para meterte en la pileta te obligan a bañarte ya que si no lo hacés llenás de chivo todo el agua que supuestamente está limpia.
Otro must a la hora de zambullirte en el agua es calzarte la gorra de natación. Esa de goma o de tela que te hace parecer un feto abortado. Esa que cuesta un huevo poner. Esa que no favorece la moda y que te tira abajo la autoestima. A ese look glamoroso se le suman las antiparras que son indispensables ya que parece que tiraron 500 litros de cloro y este te quema la retina, por ende necesitas las antiparras que te achican los ojos, te marcan los parpados y te hacen parecer bizca.
Los fines de semana para tomar sol te arrancan la cabeza ya que el alquiler de reposeras sale simplemente $25. ¡¡25 mangos para quemarme la piel una 3hs de mierda!! Mientras vos tomas sol muy tranquilamente en tu reposera de 25 mangos y pones tu mente en blanco, está el pendejo hijo de puta que no tiene mejor idea que hacer bomba justo al lado de donde esta tu reposera. Conclusión: El pendejo te caga mojando y se hace el boludo. Lo mirás con estilo asesina serial y seguís tu vida. Como cree que todavía no estás del todo empapada vuelve a repetir la acción pero acompañado de otro pendejo hijo de puta y futuro participante de cuestión de peso y que no vacía la pileta porque todavía le faltan 10 kilitos de más.
Siempre está la minita pelotuda que supera los 40 y cree que es una pendeja. Se pone una microbikini que no favorece a su culo lleno de arrugas y tiene un aire de superioridad que la lleva a pensar que es Valeria Mazza. Esas minas son las primeras que se ganan la ahogada gratis en los 2,74 mts de la pileta.
Las que superar los 60 años se ubican en ronda a un costado y opinan de temas pelotudos, toman notas de recetas y critican la farándula Argentina. Todas arrugadas por el sol y con aire de Diva argentina toman sol con mucha clase y al llegar la tarde se calzan la toalla en la espalda y coquetean con el viejo langa del club alias sweatercito. Hombre lobo de unos 65 años. Con mucha labia en su curriculum. Debe bailar tango y seducir a “las chicas” con unas canciones de Gardel. Ese viejo que lo ves y sufrís un ataque de pánico por temor a que el día de mañana tu marido tenga chances de ser así.

Termina el verano. ¿Todavía no fuiste a la playa? ¿No tenés pensado ir? ¿Te querés broncear y no te van las plazas porteñas con el notero pelotudo de crónica dando vueltas? ¿Tenés pensado ir a un club para disfrutar del verano? Bueno, entonces….¡¡no vayas!!!


3 comentarios:

  1. jajajajajaja me encanto! gracias a Dios que nunca fui al club del barrio, por tu consejo no lo pienso hacer eh!
    Y yo también tengo veinte y parezco de 15! es un embole!!! y ni hablar cuando un pendejito de 16 te quiere levantar, lo peor!
    Me encanto tu onda!!!

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  2. AJAJAJAJJAJA ME PASA ESO TODO TODO, JAJAJAJ. DESDE LODEL PENDEJO HASTA LO DE LAS VIEJAS DE 40. LO DIFERENTE ES QUE VOY A UN CLUB DONDE PAGO CUOTA DIGAMOS, DERECHO DE PILETA O COMO MIERDA SE DIGA, Y NO PAGO LA REPOSERA JAJAJA, (ME LA LLEVO IGUALMENTE). TE JURO QUE ME REÌ TODO Y MI HMNO QUE ESTÀ AL LADO ME MIRABA CON UNA CARA JAJAJAJ, BESOS :D

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  3. jajajajajajaja!!

    seee los profes de colonia hacemos eso.. jajaja
    y si la pileta es asi... entodos labos!!
    sos grosaaa
    acotacion de esas boludas nacimos el mismo dia y el mismo año!!! je!

    besoss!!!

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