lunes, 18 de julio de 2011

El amor te deja idiota.

Que idota te hace el amor”  Es una parte de una canción de La Bersuit (no es una banda de mi agrado) pero es una frase que siempre me pareció con doble sentido.
Se puede tomar como: 1) El amor te pega tanto que te pones estúpido y haces vergüenzas mundiales por la otra persona; 2) Mirá el idiota que te está cogiendo.

Ambas son posibles, ya que idiotas hay en todos lados y muchos hombres se esfuerzan horrores para lograr la idiotez. Algunos nacen sin necesidad de esforzarse para lograrlo. En mi caso viví las dos opciones. Tuve varios idiotas en mi vida pero dos hicieron vergüenzas mundiales por el amor y tuvimos lo que supongo que fue sexo.

Algunas personas se vuelven muy idiotas bajo los efectos del amor. Les escriben poemas a sus amados, les regalan flores, bombones, pulseras con una fecha especial grabada y hasta algunos, los más grasas e hijos de puta, cuelgan pasacalles y regalan peluches gigantes que dicen “Te amo”. Yo tuve un pasacalles: yo fui la vergüenza barrial. Igual lo colgó porque yo ya lo había mandado a cagar y no quería perder una chance fija para coger. Ese idiota me boludeo durante todo 1 año y se creyó que con un pasacalles de mierda me iba a poder re-conquistar. Pobre, creyó mal. En esa época yo vivía en un piso 14 sobre una calle repleta de árboles. Era principios de invierno a las 8am cuando me llamó por teléfono diciendo “¡mirá por la ventana!”. Con muy poca fuerza, ya que era muy temprano para mi cerebro, abrí la ventana e intente buscar algo fuera de lo normal. Los edificios seguían en su lugar, con el color y tamaño de siempre, los árboles tapaban la calle y…bueno, nada. Le dije que no veía nada y que pensaba seguir durmiendo. El muy cara dura, además de tomarse el atrevimiento de despertarme y hacerme mover de la cama, me pidió que bajara a la calle. Todavía me sigo riendo… Literalmente me reí por teléfono y le informé que no bajo ni para comprar facturas por lo que menos aún iba a bajar por él. Obviamente, siempre fui una chica con muchas responsabilidades por lo que en algún momento del día tuve que bajar y ver lo que se supone que fue una demostración de amor. El pasacalles decía “Te amo mucho, Jennifer” ¡Que hijo de puta! ¡Producto de un forro pinchado tenía que ser! Jennifer… puso JENNIFER. Odio que me digan Jennifer y el pelotudo puso ¡¡JENNIFER!! Además no hay muchas Jennifer en la cuadra por lo que era medio obvio quien era la “amada”. Hasta el portero sabía que el pasacalles era para mí. Igual, él para no dejar de ser pelotudo ni por medio segundo, colgó el pasacalles en la esquina de la calle cuando yo vivía a mitad de cuadra. No sé, debía pensar que tengo visión de rayos X.

También me regalaron flores. Los hombres se avergüenzan ante la sociedad llevando flores sólo en ocasiones como: funerales, nacimientos, aniversarios o porque se mandaron una cagada irremontable y quieren fingir arrepentimiento. Bueno, obviamente a mí me fingieron arrepentimiento. El flaco creyó que lo iba a perdonar por ser un loquito obsesivo, celoso obsesivo, pelotudo obsesivo y vaya una a saber qué otras obsesiones más tenía. El punto es que llegó a mi casa luego de llorarme por teléfono. ¿Ustedes se preguntarán que hizo? …además de nacer y llegar a mi vida… me llamó TODA la noche (si, TODA) mientras yo había salido con amigas y no sólo me hizo pelear con mis amigas porque claramente yo no estuve muy presente en la salida sino que también llamo a mi casa a las 6am y despertó a mi madre, que ya de por si ella lo odiaba con toda su alma pura y budista, y también me peleé con ella.
No me gustan los hombres que regalan flores. Dudo de los hombres que regalan flores. Bah, no de todos pero sí de los hombres que regalan flores después de mandarse cagadas. Bueno, entonces dudo del 99,9% de los hombres que regalan flores. Encima me regaló las flores que menos me gustan. Las clásicas. Igual, no es que yo sea una histérica y que nada me venga bien, sino que él ya venía de cagadas durante 2 meses. Celoso, se instalaba en mi casa durante 5 días, no se bañaba, era violento, escuchaba música de mierda y pretendía que yo también tuviese mal gusto musical. Ah! y lo fundamental… creía que cogía bien. Paaaabre.

¿Entonces cómo es? Que idiota te pone el amor o que idiota el flaco al que te estas cogiendo? Todo puede ser, seguramente todos/as hayamos tenido las dos opciones en nuestra vida y si actualmente tenés alguna de esas dos opciones…no entiendo por qué todavía no lo mandaste a freír churros a Las Toninas en temporada baja.

3 comentarios:

  1. Jajajaja. Si tal cual, el amor te vuelve idiota, pero antes de llegar, cuando estas en tu momento mas idiota llega el amor entonces no te das cuenta y te enganchas con un idiota.

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  2. Yo regalo flores sin haberme mandado cagadas. Y si me las mando lo que menos pienso es en regalar flores. De verdad.

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