lunes, 21 de marzo de 2011

Ni en un quince dejo de ser soltera.

Mi prima cumplió 15 años. Los años pasan y eso afecta la autoestima de la mujer. Soy de lágrima fácil, pero el día del cumpleaños me fui de tema. Lloré al ver a mi prima, la hermana de la cumpleañera, con su super panza de 8 meses y el bolso por si el apurado de mi sobrinito decidía aparecer en plena fiesta. También llore al ver el libro de firmas con todas las fotos. La que estaba en poses sexies no podía ser la nena a la cual le di la mamadera y la obligaba a bailar al ritmo de Bandana para después sacarle plata a nuestros padres diciendo que iban a ver un show increíble. Pero sí, definitivamente era mi prima y cuando la vi pasar por la puerta lo confirmé. Por suerte tuvo sentido de la moda y buen gusto y no eligió esos vestidos de muchos colores, con pinta de trola y botas doradas hasta las rodillas…muchas quinceañeras se ponen eso, lo que me deja pensando qué se pondrán el día de sus casamientos…

Como ya saben, estoy soltera hace demasiado tiempo. Eso me afecta. Me vestí perra. Me sentía perra. Más que perra por un momento me sentía gato. Yo hubiese ido vestida de otra forma pero si yo caía al mejor estilo Woodstock mi prima me cortaba las tetas y después… ¿Cómo carajo iba a seducir a los púberes? Sí, estaba lleno de púberes. Obvio, era un cumple de 15.  Mi prima vino con el chisme de que uno de sus amigos pensaba que yo estaba sumamente partible. Todo iba bien, nada del otro mundo, hasta que al pequeño retoño se le ocurrió decirle a mi prima “che, tu prima tiene 15, no?” ¡¡¡Que pendejo de mierda!!! Atrevido. Tengo casi 20 años, ya pase la pubertad, la edad del pavo, estoy por pasar la adolescencia (ay, qué deprimente ...!) y vos, bebé de pecho, ¡¿¡¿me venís a decir que tengo 15 años?!?! ¡¡Pero por favor!! ¿Saben la cindor que le falta? Quizá si mi prima no les decía “No, tiene 20” yo podía tener alguna felicidad. Pero claramente eso no pasó y si me dejaba tocar el culo por alguno de ellos iba en cana. Aunque con algunos te daban ganas de conocer la prisión… Igual el pendejo no fue el único que me imaginó menor de edad. El mozo de la recepción pasó ofreciendo vino. Se acerca a mi madre, a mis tías y cuando me toca a mi me mira de arriba abajo y me dice “disculpe señorita…” y se corre. Ese mozo fue el mismo hijo de puta que me vio con la copa de champagne y me la saco. Por su culpa mis venas no bebieron alcohol y por su culpa no figuré desacatadamente en la pista de bailar. Creo que el mozo sabía lo que hacía.

En los quince, como en los casamientos, está la oportunidad para que las solteronas sin chances saquen, perdón saquemos la cintita con el anillo y de esa forma, supuestamente, nos vamos a casar. Ok, las pendejas desacatadas se abalanzaron sobre la caja que tenía las cintitas con la ilusión de casarse con vaya a saber qué pendejo lleno de granos. Mientras yo buscaba llegar a una cintita, muy desesperada hice puntitas de pie, salté, empujé y hasta grité con la poca voz que tenía ese día pero cuando estaba a punto de agarrar una cintita y ya pensando en el novio, el vestido blanco y la niña de las flores….a la mierda con la caja y las ilusiones de perder la soltería en un 15. Las pendejas tiraron la caja, sacaron todas las cintitas y casi tiran a mi prima. ¡Ojal{a no se casen nunca, manga de desesperadas! Empecé a buscar por el piso a ver si había caído el anillo o si se habían confundido y pusieron dos anillos en vez de uno. Claramente eso no sucedió y solo encontré una medallita de dos nenitos besándose con un terrible mensaje subliminal para las solteras y una medallita que parecía ser una moneda de 5 centavos. ¿Qué carajo hago con 5 centavos? Nada, ni siquiera viajo en bondi como para consolarme pelotudamente.

Ahora sólo me queda esperar a que alguna de mis primas se case, entrenarme para ese día y agarrar el ramo cueste lo que cueste. Total…seguramente siga soltera para esa época. De acá a 10 años seguro no encuentro novio pero si un personal trainer que me entrene para pisar cabezas, romper tacos y saltar 2 metros y llegar al ramo volador. Seguramente de acá a 10 años mi vida siga siendo loser y con cara de pendeja.  


No se fijen en mi cara de galleta. Solo miren el color de mis piernas y  a la quinceañera. Gracias.

5 comentarios:

  1. Totalmente, yo que no pase los quince hace mas de dos años me doy cuenta de tantas cosas ahora jajaja. lo de la desesperación por encontrar la cintita creyendo que en ese mismo instante tu príncipe azul -lleno de granos como bien dijiste- va a caer es característico, y por lo menos encontraste esa medalla totalmente irónica, yo había veces que me iba con las manos vacías, que tampoco se si es algún tipo de señal del destino de que me rinda en mi búsqueda incansable por un novio jajaja.
    besos!

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  2. jajajjajaja muy gracioooosaaa ... aplausos!

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  3. Para mi que el mozo creyó que tenías 15 por q tenías la misma altura que la quinceañera.

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  4. es como yo digo, Jenn !!!! Los mozos y los/las púberes cada vez mas malcriados !!!! jaja
    Besos, YORYI (asi me diferencio...)

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  5. Soy Lucas, tu ex-compañero del secundario. Te sugiero que no te preocupes tanto.
    A veces es bueno dejar que las cosas fluyan...
    ¿No te parece? :)
    No hay medias naranjas ni contrastes que se soporten. Pero... algo hay, yo que se... :P

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